Palabra de etimología latina y algo rocambolesca. En el latín clásico los romanos llamaban a este pajarillo de hermoso canto luscinus, luscina y también luscinia, verbos derivados del adjetivo luscus lusca luscum que significa tuerto o que ve mal pues asociaron su canto vespertino a una llamada de socorro por falta de luz al atardecer. En el latín vulgar previo a las lenguas romance se optó por los diminutivos lusciniolus, lusciniola y también rusciniolus y rusciniola, que dieron en el provenzal rossinhol , en el catalán rossinyol y en el castellano ruiseñor. Su nombre científico es luscinia megarhynchos (de pico largo). En Aliste, zona lingüística asturleonesa, también le llaman fito, onomatopeya de su bello canto.
Sinónimos de su sinonimo de ruiseñor son fito
"El plumaje del ruiseñor es discreto, pero su canto el más bello"